Cincado vs galvanizado
¿Qué significa galvanizado y cómo se compara con el cincado?
¿Qué significa galvanizado?
El término galvanizado se refiere a un tratamiento protector que consiste en recubrir el acero o el hierro con una capa de zinc. Este proceso tiene como objetivo principal prevenir la corrosión del metal base cuando está expuesto a la humedad, el oxígeno y otros agentes agresivos. El galvanizado más común es el galvanizado en caliente, que implica sumergir las piezas metálicas en un baño de zinc fundido a unos 490 °C.
Gracias a esta capa protectora, el acero gana resistencia frente a condiciones ambientales extremas, lo que lo convierte en un material ideal para sectores como la construcción, la automoción o las infraestructuras energéticas. El galvanizado no solo protege por barrera física, sino también por un fenómeno llamado protección catódica, que retrasa el proceso de oxidación incluso si hay rayaduras en la superficie.
En IFER disponemos de la capacidad de aplicar recubrimientos galvanizados de alta durabilidad a los herrajes y componentes metálicos que fabricamos, adaptándonos a las necesidades de cada cliente y garantizando su resistencia en ambientes exteriores.
Diferencias clave entre cincado y galvanizado
Ambos procesos —cincado y galvanizado— buscan proteger el acero, pero presentan diferencias técnicas notables:
- Espesor de recubrimiento: El galvanizado en caliente aporta una capa más gruesa (hasta 10 veces más) que el cincado.
- Método de aplicación: El cincado suele aplicarse mediante electrodeposición o procesos químicos, mientras que el galvanizado implica una inmersión en zinc fundido.
- Durabilidad: El galvanizado tiene mayor resistencia a la corrosión, especialmente en entornos exteriores o agresivos.
- Aspecto visual: El cincado ofrece un acabado más brillante y uniforme, por lo que se utiliza más en piezas visibles o de estética cuidada.
En definitiva, si bien ambos procedimientos cumplen funciones similares, la elección depende del entorno en que se va a emplear el acero y de su nivel de exposición.
Compatibilidad con la soldadura
Una de las grandes preocupaciones al utilizar acero protegido es su compatibilidad con procesos de soldadura. En el caso del acero galvanizado, la soldadura puede generar humos de óxidos de zinc, que son nocivos para la salud si no se emplean los equipos de protección adecuados. Aun así, el galvanizado permite trabajos de soldadura con ciertas técnicas y consideraciones previas, como lijar el recubrimiento o emplear soldadura por puntos.
Por otro lado, el acero cincado es menos recomendable para soldar, ya que su capa es más fina y menos resistente al calor, pudiendo perder sus propiedades protectoras durante el proceso.
Normativas que regulan ambos tratamientos
La aplicación del galvanizado y el cincado está regulada por diversas normativas que garantizan la calidad del recubrimiento y la seguridad del material. Algunas de las más relevantes son:
- UNE-EN ISO 1461: Aplicable al galvanizado por inmersión en caliente.
- UNE-EN ISO 2081: Regula los recubrimientos electrolíticos de cinc.
- UNE-EN ISO 14713: Establece las directrices generales para la protección frente a la corrosión mediante zinc.
Estas normas definen requisitos como el espesor mínimo del recubrimiento, los ensayos de calidad y la vida útil esperada de las piezas metálicas. Puedes consultar el texto oficial de la ISO 1461 y otras normas en el portal de AENOR o en el sitio oficial de la Organización Internacional de Normalización (ISO).
Aplicaciones prácticas de cada tratamiento
Ambos procesos tienen aplicaciones industriales bien definidas:
- Galvanizado: Ideal para estructuras metálicas expuestas al exterior (barandillas, postes, torres eléctricas), mobiliario urbano, herrajes agrícolas y componentes de automoción.
- Cincado: Común en tornillería, herramientas manuales, componentes eléctricos y piezas que requieren un acabado estético más fino.
Para mejorar el rendimiento en ambientes húmedos, en IFER contamos con servicios de protección contra corrosión que complementan tanto al cincado como al galvanizado.
¿Cuál protege mejor frente a la corrosión?
La respuesta depende del uso y el entorno. Sin embargo, el galvanizado ofrece una protección superior frente a la corrosión, sobre todo en ambientes exteriores o industriales. Su grosor, resistencia al desgaste y capacidad de proteger incluso zonas dañadas le otorgan ventaja frente al cincado.
El cincado, aunque útil, está pensado para situaciones donde no hay una exposición prolongada a la humedad o a productos químicos. Es más económico, pero también más limitado.
¿Qué elegir para tu proyecto?
A la hora de decidir entre cincado y galvanizado, conviene evaluar el entorno de uso, la exposición a la corrosión y el tipo de aplicación. El galvanizado destaca por su resistencia y fiabilidad, mientras que el cincado es una opción funcional para usos más moderados. Ambos tratamientos ofrecen ventajas si se emplean adecuadamente.
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